- “Yo también iré a Jaca” es una crónica periodística sobre la historia del Festival Folklórico de los Pirineos en su 50 edición. Con un diseño y maquetación que ha corrido a cargo de Mónica Ballarín, de la empresa Pirineum diseño e internet, y el texto de Juan Gavasa, durante ocho ediciones su Jefe de Prensa, el libro traza un relato detallado y riguroso sobre la trayectoria de este evento, creado en 1963.
- Editado por el Centro de Iniciativa y Turismo, incluye el testimonio de más de 60 personas que han estado vinculadas a la organización del evento a lo largo de su historia, y aporta un fondo fotográfico y documental formado por 500 imágenes.
- El trabajo analiza la historia del Festival desde diferentes ángulos: social, político, económico, cultural; y cuenta para ello con las aportaciones de historiadores, periodistas, expertos en folklore y figuras relevantes en la organización del evento.
Se ha entrevistado a más de cincuenta personas vinculadas con la organización del Festival a lo largo de su historia, entre ellas figuras de gran relevancia como Josechu Domínguez, Javier Ángel Alberola, Eduardo del Pueyo, Jesús Dumall, Inmaculada Suárez, Javier Ferrer, José María Tomás, Pili Rubio, Blanca Tello o Juan Manuel Ramón. En este apartado ha sido determinante la colaboración de Yves Haure, hijo de Louis Haure, co-fundador del Festival junto a Armando Abadía; quien ha ejercido de asesor histórico en el libro. Sus testimonios y memorias sirven para apuntalar el trabajo de documentación, en el que el autor ha contado con los archivos del Ayuntamiento de Jaca, El Pirineo Aragonés, la revista Jacetania, La Nueva España de Huesca, ABC, La Vanguardia, Andalán, Heraldo de Aragón, la Familia Haure o la Familia Dumall, entre otros muchos. En el libro aparecen también colaboraciones de historiadores, periodistas y directores de algunos de los grupos folklóricos que han tenido una larga relación con el festival jaqués; como como Teresa Arredondo, del Grupo “Macuilxochitl” de México, el alemán Bernd Classen, de la banda “Sant Martin d´Eicks” o Andrew Makhaya, director artístico de los sudafricanos “Thabisong Youth Club”. Sus recuerdos de Jaca son realmente emocionantes. La historiadora zaragozana Mercedes Yusta, profesora de la “Universidad Paris 8”, escribe un valioso texto en el que describe las relaciones entre España y Francia cuando se celebra el primer Festival en 1963.
Periodistas como Lisardo de Felipe, que fue el primero que siguió el Festival para Radio Zaragoza en 1965, José Antonio Angulo, antiguo director del Diario del AltoAragón, Javier Ferrer o Ventura Chavarría, director de El Pirineo Aragonés, comparten también sus recuerdos y vivencias de los años en los que cubrieron el evento para sus respectivos medios de comunicación. El resultado es un libro coral y poliédrico que ofrece una visión inédita, diversa y transversal sobre el veterano Festival jaqués. Según explica su autor, “se trataba de construir un relato riguroso sobre su historia, contrastando las fuentes documentales y la memoria de los protagonistas de tal modo que la narración no repitiera muchas de las inexactitudes que se han dado por buenas a lo largo de los años”. En este sentido Gavasa considera que “aunque la historia del Festival y su origen son claros, hay muchos matices que creo que es interesante incorporar al relato histórico para tener una foto completa y rigurosa”.
El libro está ilustrado con cerca de 500 fotografías y documentos que sirven para reforzar la narración y contextualizar cada época. El primoroso trabajo gráfico culmina un producto editorial de gran valor y consistencia, en el que ha sido decisivo el trabajo de la diseñadora Mónica Ballarín. En la recopilación del cuantioso material fotográfico ha sido indispensable la colaboración de El Pirineo Aragonés y de archivos personales como los de la Familia de Armando Abadía, Archivo Haure, Familia Dumall, Paco Barón, Foto Barrio, Centro de Iniciativa y Turismo, Ayuntamiento de Jaca o Miguel Ángel Muñoz.
El libro, de 334 páginas, sigue una narración cronológica pero va incorporando en cada capítulo temas específicos e intemporales sobre determinados aspectos de la historia del Festival. Todo el contenido se estructura en cuatro grandes capítulos que responden a la propia evolución del evento. En el primero se analiza la etapa desarrollada durante la dictadura, que es la de su nacimiento y consolidación. En el segundo, que llega hasta finales de la década de los 80, se aborda la etapa de mayor crecimiento y popularidad, que coincide con los años en los que el Festival se convirtió en un fenómeno de masas. El tercer capítulo atraviesa la última década del siglo XX, un periodo de grandes dificultades y redimensionamiento del evento como consecuencia de las crisis políticas y económicas. El último capítulo llega hasta la última edición celebrada en 2017. Es una etapa de estabilidad pero también de incertidumbres económicas, que se acentúan con la desvinculación del Ejército (fundamental hasta entonces) y la desaparición del Festival de Oloron en 2006.
“Yo también iré a Jaca” presta especial atención a la parte sociológica del evento y al enorme impacto que tuvo en la sociedad jaquesa, aragonesa y española durante las tres primeras décadas. Como explica Gavasa, “no quería quedarme en la anécdota o hacer un libro demasiado doméstico sino que quise descifrar e interpretar la importancia que el Festival tuvo en cada época. Sin esta dimensión no se puede entender su contribución ni su evolución”.
En los años 70, y sobre todo gracias a las retransmisiones de TVE, el Festival se convierte en un acontecimiento de masas, un fenómeno popular que podía reunir en Jaca a más de 70.000 personas. El Festival es en esa época el factor determinante para la consolidación de Jaca como referente turístico pirenaico. El Festival, el crecimiento urbanístico de Jaca y su promoción turística son elementos de una misma estrategia planificada por el entonces alcalde de Jaca, Armando Abadía. El Festival, fue en cierto modo, un adelantado a los multitudinarios festivales de música que llegarían a España a finales de los 80.
Juan Gavasa explica que “en las últimas tres décadas el Festival ha perdido parte de su valor turístico y promocional. Lo que antes nos parecía exótico ya es cotidiano y tenemos más acceso a la información, la gente viaja más y se ha perdido la capacidad de sorpresa. El folklore ha dejado de ser un medio de conocimiento de otras cultures y ahora es puro entretenimiento. El Festival de Jaca, que fue uno de los primeros en Europa, sobrevive porque mantiene unas peculiaridades que no tienen otros festivales: el tamaño de la ciudad, el espíritu de convivencia y que los jacetanos lo sienten como algo propio. Es algo que ya forma parte de su identidad”, señala.
Ficha técnica
- “Yo también iré a Jaca. 50 años del Festival Folklórico de los Pirineos”
- Autor: Juan Gavasa Rapún
- Edita: Centro de Iniciativa y Turismo
- Diseño y maquetación: Mónica Ballarín
- Páginas: 334
- Fotografías: 490
- PVP: 24 euros